viernes, 16 de octubre de 2009

Nostalgia

Día tras días, semana tras semana e incluso mes tras mes a cientos de kilómetros de lo que en mi corazón siempre será mi hogar; de mi escondite, mi lugar de recreo, mi paño de lágrimas, de mi paraíso personal, de mi lugar especial.

Es una realidad y un sentimiento que siempre llevo conmigo, que siempre me acompaña pues forma parte de mi, de quien soy y de quién fui.

Es parte de mi esencia, de mi ser, pues mi personalidad se forjo en sus calles y entre sus gentes, que son mis gentes.

Es mi rincón perfecto. El rincón perfecto, que no quedará simplemente en mi memoria como un recuerdo lejano y una visión borrosa, sino que estará siempre presente en mi con total nitidez, como la bella realidad que es. No dejaré que se pierda, pues siempre volveré a recorrer sus calles con la mirada, a caminarlas y a sentirlas.

Es el lugar de mis recuerdos. El lugar donde crecí, el lugar dónde di mis primeros pasos, dije mis primeras palabras, tuvieron lugar mis primeras historias y escribí mis primeros textos. Es el lugar dónde hice mis primeros amigos, el lugar dónde reí y llore por primera vez.

Un lugar mágico. Magia que me hace olvidar mis preocupaciones y mis penas con solo mirar sus aguas.

Cierro los ojos y percibo su aroma, su esencia a agua salada, a mar. Ese mar que baña cada una de las playas de mi rincón perfecto. Playas que he recorrido y recorreré una y otra vez en busca del olvido, de la paz y la tranquilidad que solo el sonido del romper de las olas puede proporcionarme. Escuchando este sonido sentada en sus arenas y en cada una de sus rocas, era capaz de pensar con claridad e intentaba apreciar aquellas pequeñas cosas invisibles a nuestros ojos, porque en ellas puede estar el comienzo o el matiz de una sonrisa.


Uno de los paisajes más hermosos, porque allí dónde alcance la vista todo es del color del mar y del verde de los prados.

Caminando cada uno de sus parajes y sus lugares me invadía una sensación de libertad. Cada rincón nuevo por descubrir es tan hermoso o más que el anterior.

Necesito recuperar esas sensaciones, esos sentimientos que me aportaba pisar mi paraíso personal. Porque sin recorrerlo, sin verlo, sin percibirlo o sentirlo me falta algo, me invade el agobio y me ahoga su anhelo.

Es la nostalgia hacia aquel lugar dónde nací, crecí y viví. Lo extraño. Me hace falta.

Allí también deje situaciones, familiares, amigos/as y a una de las personas que más necesito, que mejor me comprende, me escucha y me ayuda, mi mejor amiga, mi hermana...

Ese paraíso personal es Santander y ese mar que calmaba mis tempestades es el Cantábrico.
Ahora otro lugar forma parte de mi historia, este lugar. Este lugar que ahora es mi segundo hogar.


Esteé

lunes, 12 de octubre de 2009

El ayer en palabras:

Esto es algo que escribí hace ahora algo más de un año. Creo que la diferencia entre el hoy y el ayer es tangible:

Rompiendo con todo
Pienso y siento,
siento y muero,
porque cada pensamiento es tormento,
tormento cada sentimiento.
Sonrió cada día,
para hacer ver que no muero,
y cada sonrisa se convierte en disfraz,
un disfraz que cubre mis miedos.
Miedo al ver sueños que se alejan
e ilusiones que se rompen.
Por ello rompo con todo,
me alejo del miedo,
alejandome de los posibles;
rompo conmigo,
escondiendo lo que sufro
para no seguir haciendolo.
Rompo mis lágrimas,
pero también mis sonrisas,
con rostro impasible
y sereno sin serlo.

No pasa nada,
nunca pasa nada,
engaño externo,
pero también interno
y se convierte en frío hielo;
que ya no tiemblo ante el miedo,
ni río ante la gracia.
Solo observo.
Observo atenta lo bello,
pero también lo oscuro,
todo pasa ante mis ojos.
Ojos que observan con rabia
esperando por algo,
algo que nunca llega.
Y esperando me canso,
y aún cansada de soñar
sigo siendo libre para hacerlo.
Feliz en sueños,
y aspirando a serlo.

Duele la distancia,
que como afilados puñales
van clavandose en el alma.
Dolorosa espera,
tiempo interminable,
días eternos
y horas que no acaban.
Soñando respirar el mismo aire,
soñando compartir el mismo espacio,
soñando,
siempre soñando;
Incluso sueños se superponen.
Creyendo en el fúturo,
contruyendolo;
fúturo que quizá se desbanezca,
quizá efimero,
quizá inexistente.
Alma ensangrentada,
herida por el pasado,
doliente por el presente,
alma que muere y duele.
Rompo también con ella,
y rota ella,
muerta en vida yo.


Esteé

Monotonía


Hoy ha oscurecido:
Cada mañana igual, cada tarde igual, cada noche igual...Siempre igual, todo está tan quieto, todo está tan infinitamente tranquilo....No quiero imaginar, no quiero pensar, no quiero nada.
Muchos días eran perfectos para poder soñar, para poder planear un futuro ídilico junto a esa persona que deseas conocer, que deseas amar. Todo son castillos en el aire, como todo lo que sube....tiene que caer. Ahora no hay un futuro incierto, ahora sólo hay realidades, o lo tomas o lo dejas...hay que empezar de nuevo, una nueva vida, una nueva forma de visualizarla.

Siento ser algo pesimista, algo dura, oscura, siento no poder ver colores porque mi gama se quedó un tanto negra. Siento no respirar aire puro porque me quedé envuelta en un rincor de donde aún no he conseguido salir, siento no poder brindar una primera sonrisa en el día con aquel sol resplandeciente porque se me han sellado los labios, siento haber caído en la monotonía porque he perdido mi capacidad para idear...Siento tantas cosas, que prometo cambiar o luchar por conseguirlas.

Lo que fuí, lo que soy, lo que seré: Quiero intentar reinventarme, colocarme, posicionarse. No quiero estar siempre pensando en el lado oscuro, triste y vacío cuando transcurre el tiempo y te quedas en la nada. No quiero estancarme en recuerdos, olvidos, odios y rencores...Quiero borrar los sinsabores de la vida, quiero lograr ser alguien, quero dejar huellas bien marcadas sobre la arena, quiero conseguir ser lo mejor que puedas tener. Quiero volver a soñar que a tú lado todo será verdadero, posible y real.
************BLESS***************
Di

domingo, 4 de octubre de 2009

Usos indebidos

Cansada de esperar, cansada de callar por no dañar, cansada por no tener suficiente aire para respirar. Es uno de esos momentos en que te sientes cansada de cada cosa que te rodea, de cada cosa que ves y este momento es provocado por uno anterior. Uno que te hace desencantarte de ciertas situaciones y de bellas historias que te susurran al oído con el fin de hacerte creer en ellas.
Son susurros que pretenden ser cantos de sirena, que te atraigan y dobleguen tu voluntad a su voluntad. Su voluntad que parece ser única, la única que desea, sufre, llora y siente. La única que padece y que se ve envuelta en problemas y en preguntas que no son de fácil respuesta.

Callas y lo haces por no herir, por no dar más en que pensar, ni más sentimientos negativos que produzcan malestar.

No soy persona que calle, sino persona que con sinceridad y sin intención de herir, dice lo que piensa y lo que siente. Sin embargo, cuando no lo puedo hacer siento la necesidad de hacerlo, por soltarlo y aliviar mi alma, ya que lo considero ocultar, y no me gusta hacerlo. Aunque se que en ocasiones,
es necesario omitir ciertas cosas, simplemente por no ser el momento.

Es un cumulo de situaciones, que parecen almacenarse en cada poro de tú piel y van dificultando tu necesidad de tomar aire y respirar. Se trata de absorver, absorven tú tiempo, tus sonrisas, tus ganas de reír, tus momentos, intentando robar de este modo tus pensamientos y tu manera de sentir. Pero no, ya no. Aprendí hace algún tiempo que nadie debe centrar su vida en torno a una única persona, sea quien sea esa persona. La razón: es que el despertar y la salida de ese mundo creado para la ocasión es amarga, ciega y desconcertante.

Es un uso indebido. Un uso indebido de todo tú tiempo, de tus risas y sonrisas, de tus pensamientos, de tus sentimientos, de tus palabras, de tus necesidades, lágrimas. De ti en toda tú extensión, es ser utilizado: ¿Para el momento?.

Hace unas pocas semanas tuve este sentimiento, esta sensación nada agradable, incómoda e innecesaria. Esta situación que me decepcionó profundamente y me enfadó. Sentimientos ambos que aún perduran y que brillan en mi mente como luces fluorescentes señalando: PRECAUCIÓN.
Es un uso indebido de mi confianza, de mi ayuda, de mis consejos, de mis ideas, de mi persona...

Me recuerda al dicho: "A veces de buena que eres pareces tonta". No creo demasiado en este dicho. No creo que una persona deba de ser considerada "tonta" por ser bondadosa, sino más bien que algunas personas tienden a aprovecharse de la bondad de otras con el objetivo principal de beneficiarse de las circunstancias. Yo a estas últimas no las considero bondadosas, sino aprovechadas y probablemente egoístas.

Como dije anteriormente tengo una teoría: el contar lo que duele, lo que hiere casi siempre será utilizado para dañarte más tarde y será visto como una debilidad por tú parte.

Quizás ahora desconfíe aún más de la gente de lo que ya lo hago, quizá me proteja más aún, quizá sea aún más fría de lo que ya dicen que soy, pero esa no es mi cara para los que nunca me fallaron y estuvieron a mi lado en todo momento.

Pensé en gritar, chillar, en simplemente no hablar, me enfade, me enfade mucho y aún lo estoy. Pero no lo hice y no lo voy a hacer, porque ni eso merece. Lo que hago es sonreír, reír.

Sin embargo no me arrepiento de haber obrado como lo he hecho, no me arrepiento de haber ayudado y tendido mi mano, por una simple y sencilla razón: Porque así lo sentí.


Esteé