viernes, 14 de septiembre de 2012

Declaración de intenciones

Es un momento de emprender, de empezar a andar, a caminar, no a correr. Un momento de cosecha y recolección. 

Deje atrás toda una vida, mi vida. Deje atrás el lugar dónde nací, el lugar que me acogió, tuve que separarme de mi familia, de mis amigos, de una historia, para empezar a escribir otra, con mejor letra, con un puño más seguro y unos ideales, que aunque siguen siendo los mismos, se han acentuado con el tiempo, las circunstancias y están más claros y marcados que nunca. He logrado cumplir grandes sueños, mis sueños.

He conocido lo que es la felicidad verdadera, la que no esta constituida en base a objetos o cosas materiales, la que no va y viene, la que te llena y te hace sentir pleno y lleno de motivaciones.
He podido conocer a gente maravillosa y llena de vida que, con poco o nada, se levanta cada día con la mayor de sus sonrisas a comerse el mundo sin pensar en lo que les depara el mañana, solo viviendo el presente, el ahora con la mayor intensidad. Una nueva filosofía de vida, de comprender, entender y ver la vida y el mundo que nos rodea. 
Una buena filosofía. Una que se aleja del estrés, el agobio, las exigencias y el individualismo y que se caracteriza por la tranquilidad, la paciencia y el compendió de fuerzas unidas, distinguiéndose por la buena voluntad, su mano tendida brindando ayuda y apoyo y una sonrisa ante toda situación. Es entonces cuando llegas a comprender, que lo que consideramos como problemas, no lo son y que somos nosotros mismos quiénes lo elevamos a la categoría "de", siendo en realidad inconformismo material y ceguera ante lo verdaderamente relevante y fundamental.

Elegí un camino, elegí una senda a seguir y poco a poco la he ido marcando con pasos. En ocasiones pasos llenos de miedo, llenos de inseguridades e incertidumbres, pero, al fin y al cabo, pasos, avances, movimientos encaminados a un propósito claro y perfectamente delimitado. No tengo dudas en lo que a esto respecta, ni un solo interrogante, sé que debo de seguir, sé que no debo detenerme, ni cesar en mi búsqueda, porque supondría caminar hacia atrás, lo que llegados a este punto, supondría una mancha en el camino.


En mis reflexiones y pensamientos he conseguido verme con perspectiva, he conseguido saber quién soy, dónde estoy y el porqué de muchas inexplicables preguntas hasta el momento. Ahora me siento en paz conmigo misma, tranquila y segura, lo que no significa que día tras día no se presenten acontecimientos que generen nuevos interrogantes a resolver y muchas injusticias a las que probablemente nunca les encuentre explicación alguna. Así debe ser, así debemos asumirlo, aunque no conformarnos y acomodarnos, hay que seguir peleando, hay que levantarse y aprender haciendo que esos aprendizajes pasen a formar parte del conjunto de conocimientos que utilizaremos al día siguiente para una nueva circunstancia, una nueva situación.


Situaciones sobrevenidas, fuera de control, lejanas a explicación racional o lógica hay diariamente, en cada recóndito lugar de este mundo en el que vivimos. Se generan fuera de todo ello, pero no debemos olvidar que la solución, la respuesta y el resultado final la tenemos nosotros mismos. Dejemos a un lado las rendiciones prematuras, los conformismos y la resignación abnegada, dejemos a un lado el miedo, el temor y el bloqueo que ello nos produce: ¡MOVÁMONOS, ACTUEMOS!.


Permitámonos pensar, sentir y hacerlo con cada uno de nuestros sentidos y nuestras capacidades. Llegada a este punto no pienso negarme la posibilidad de experimentar, de conocer, de saborear y degustar sentimientos hermosos y desde luego, ni se me ocurre la posibilidad de pararme a pensar en el que dirán o que pensarán. Voy a ser yo, más yo que nunca, más libre y liberada, en estado puro, en esencia, en alma y cuerpo, sin decirme NO, sin decirme NUNCA, sin decirme SIEMPRE, sin restricciones, sin contemplaciones, sin ataduras, SIN MIEDOS.


Voy a expresarme, a reivindicar, a disfrutar, a escucharme, a luchar y a triunfar. Voy a intentar y a lograr, voy a caminar y avanzar, voy a pensar y actuar, voy a ser fiel a mi misma, a mis ideales, mis principios, mis pensamientos y mis sentimientos. No voy a traicionarme, voy a permitirme vivir, y voy a hacerlo de la mejor forma posible, de la más auténtica y real. 


Confusiones y más confusiones, líos, embrollos... cuando en el fondo sé que es lo que quiero, sé que es lo que deseo, sé que es lo que necesito, sé lo que mi mente me dice, sé lo que mi alma me dice, sé lo que me digo. Me escucho alto y claro y no tengo porque acallarme, no tengo porque bajar la voz, sino todo lo contrario, no me haré la sorda, no me ignoraré, no me pasaré por alto, no lo haré.

A veces las cosas simplemente ocurren, simplemente suceden, simplemente cambian o te cambian, te dan otra perspectiva, otro matiz, otras expectativas. En ocasiones las personas llegan sin preguntar si pueden entrar, simplemente entran y se instalan de lleno en lo más profundo de tú vida y sin saber muy bien porqué se convierten en alguien esencial, especial, indispensable y descubres y vives tantas cosas junto a ellas, las disfrutas tanto, te encantan tanto... ¿Para que negarlas? Yo digo mejor vivirlas, mejor aprovecharlas, mejor disfrutarlas.

Digo: Soy libre, estoy aquí, puedo, actúo, hago, persisto, me soy fiel, me permito. Me permito disfrutar cada segundo de mi vida independientemente de todo, voy por buen camino y para esto... para esto si me permito decir nunca: ¡Y NUNCA ME RINDO!

Esteé