sábado, 11 de febrero de 2012

YA VALE

Brillaba el sol con fuerza en mis días, y los eclipses desaparecieron ahuyentados por mis sonrisas y por la fuerza que desprendía. El día era único, no existía la palabra nada sino que el todo se abría ante mis ojos. Un mundo de posibilidades, el mundo de los sueños estaba a mi alcance, lo tocaba y lo acariciaba con mis dedos. Lo había traído como único y referente, no hay imposibles, nos hay lejanías, nada duele porque recurro a él. Maravilloso mundo de ensueño, perfecto e imperturbable, cuanto me encantas, como te necesito.
Vuelvo a ti, recurro a ti a la desesperada pues este mundo me defrauda y desencanta y entre los brazos de Morfeo, no existe dolor, ni sufrimiento, no existen problemas, sino un todo al alcance. Te abandone, porque en un momento el mundo real me maravillo, pues él en su plenitud y perfección te supera con creces.
Pero ya no se trata de mundos, ahora se trata de cambios, voy en un vuelo directo hacia ellos.

Como odio tú sabor impotencia, que mal me sientas y como de odio orgullo engrandecido por el ego. Quieres fuerza, me pides fuerza o más bien me la exiges: me sobra, solo he tenido que acordarme de quién soy y porque soy de este modo, así como de las cicatrices más grandes que mi propio cuerpo y que cubren mi alma de un lado a otro.
Dame más retos, vapuleame más y ve como me pongo en pie. No es arrogancia, es persistencia, es resistencia es supervivencia: es mi vida, su historia.
Sigo creciendo y sólo con mirar mis ojos lo sabrás; veras heridas, historias incontables y daños incuantificables, pero sigo aquí de pie caminando por este mundo, trabajando, ganándomelo, esfonzándome. No quiero nada regalado, yo me lo gano. Soy un ser humano: sufro, lloro, siento y padezco

¡YA VALE!

Esteé