sábado, 24 de julio de 2010

Hablemos del ahora:

Las cosas cambian tan rápido que a veces no se es consciente de que éste existe hasta que a transcurrido un período de tiempo.
Aún así soy de las personas que piensan, quizá por la desconfianza que la vida ha fundado en mi, que no hay que acomodarse al momento que resulta del cambio, porque tan rápido como llega puede irse.

Pero hablemos del ahora:

¿Nunca os habéis visto en la situación de luchar y persistir por lograr una meta, que tras ser alcanzada os da pavor realizar o llevar a cabo? Ahora yo me veo en esta situación.

Se me plantean miles de dudas, a las que ahora mismo no se si soy capaz de dar respuesta. Supongo que no debo adelantar acontecimientos, ni hacer suposiciones previas a que llegue el momento. Debo vivir cada instante y no esperar el siguiente, aunque esa situación sea una certeza futura.
A pesar de esto se hace difícil no pensar en como será, en como transcurrirá, en cómo lo voy a afrontar y cómo actuaré ante lo desconocido.
Es un reto, un gran reto que merece respeto y que debo afrontar con toda la motivación y con todas las ganas posibles. Desde luego no será fácil, pero ¿Qué lo es en esta vida? Pretendo crecer, aprender y avanzar como persona y adquirir experiencias siempre ayuda.

Hablemos del ahora:

Hoy mismo seré oficialmente madrina de un precioso niño que ha robado el corazón de todos aquellos que están a su alrededor.

Cuando su madre me comunico que estaba embaraza, no podía creerlo, de hecho le hice repetírmelo unas diez veces hasta que lo concebí como cierto. El momento de su nacimiento, por mucho que pasaban los meses y se acercaba la fecha prevista, parecía estar siempre muy lejos de suceder. Sin embargo, ya lleva entre nosotros cinco meses que en pocos días se convertirán en seis, y ahora soy incapaz de concebir una vida en la que él no este. En la que no le vea sonreír, toser, comer, dormir o incluso tirarme del pelo con esas pequeñas y adorables manitas y con esos ojos que no transmiten ninguna maldad, sino todo lo contrario.

Desde ese 9 de Febrero de 2010, sabe que me tendrá a su lado y que podrá contar conmigo y ahora, voy a convertirme en su madrina, y lo cierto es que no podría estar más orgullosa de ello.


Pero continuemos hablando del ahora:

Ahora. Ahora me siento confusa y dubitativa por tantas cosas que observo y que tengo a mi alrededor. Tomo decisiones y las sigo, pero sé que esta acción es una de las más difíciles y complicadas para un ser humano. Y es que el tomar decisiones, supone sopesar las consecuencias de las mismas, que supondrán, que efecto tendrán, etc.

Sin embargo, lo más complicado quizá sea afrontar lo que acontezca a consecuencia de las mismas. Creo que nunca se esta lo suficientemente preparado para ello, sobre todo si lo que se debe afrontar es que la decisión tomada no es la adecuada y que rechazaste la correcta, y sobre todo que puede que sea demasiado tarde (aunque me gusta pensar que todo tiene solución).

Ahora y más que nunca es el momento de tomar decisiones, tomar consciencia, de ser consciente, y lo más relevante y también lo más arduo, hacerlo por mi misma.

Hablemos del ahora:

De la inseguridad que produce las situaciones y los acontecimientos desconocidos y al mismo tiempo novedosos. De la necesidad de que en nuestras vidas haya cambios, novedades, descubrimientos que alimenten nuestras mentes y nuestras almas, y que a su vez generan la incertidumbre y la emoción que todo ser humano necesita y anhela.


Ahora confirmo que es necesario un cierto grado de locura en mi vida para disfrutarla y aprovecharla al máximo.

He hablado del ahora y es que me he dado cuenta que necesito vivir el momento (carpe diem), dejar atrás el pasado y no anticipar el futuro...

Esteé

No hay comentarios:

Publicar un comentario